terça-feira, 1 de setembro de 2015

Um falso problema que não se resolve com regulamentos ...


O tema tem muitos anos , ensinar ou não defesas zonais . Já vou perdendo a paciência para repetir o mesmo...
Um artigo bem escrito pelo treinador espanhol José Rivero  justifica o meu conceito de liberdade...



“Hay un debate omnipresente sobre las Defensas en Zona en categorías de Formación. En pretemporada se mantiene tranquilo y a medida que avance la Temporada empezará a tomar protagonismo. Es un debate que no me suele agradar porque normalmente se radicaliza en exceso o se hace demasiado populista, von posturas que derivan en dos bandos contrapuestos, en los que para mi gusto, ambos pierden algo de razón.

No soy Juez de nada o nadie y mucho menos utilizar el mazo como arma arrojadiza, tampoco pretendo ni nunca lo he pretendido tener la verdad absoluta. Pero hay cosas que son totalmente evidentes. En Etapa de Formación es absolutamente prioritaria la Defensa Individual. En esta importantísima Etapa se tienen que enseñar aspectos básicos en sus diferentes ciclos, como son: Desplazamiento Defensivo, Defensa al Balón, Líneas de Pase, Posicionamiento y buen uso de manos, brazos y cuerpo, Lado Fuerte/Lado Débil, las Ayudas, Recuperaciones, Rotaciones, Segundas Ayudas, Defensa de Cortes y de los diferentes Bloqueos, etc. Todos estos mecanismos deben desarrollarse en diferentes recorridos, distancias e intensidades. Este obligatorio aprendizaje se debe modular en el marco de una Defensa Individual, donde se vayan variando los espacios para consolidar el conocimiento progresivo de la defensa del 1×1 – 2×2 – 3×3 – 4×4 y 5×5.

Didácticamente la Defensa Individual es la mejor estructura para garantizar una mejor asimilación de todos esos Fundamentos Individuales y Colectivos. Queda claro, ¿no?
Digeridos ya todos esos conocimientos, ya tendrá cabida la Defensa en Zona, que no es otra cosa que defender individual, en una zona determinada. Si se usa antes la Zona es porque estoy buscando atajos, saltándome plazos y metodología, con el objetivo de conseguir un rendimiento. No hay más.

No me parece conveniente que demonicemos las defensas zonales, transmitiendo un yuyu irreal a nuestros jugadores o nos convirtamos en una especie de miembro de la Inquisición, que quiera mandar a la hoguera a aquellos que hayan tenido la osadía de “pecar”, parapetando a sus jugadores en una formación 2-3/2-1-2 o 3-2.

Estos extremismos existen porque las defensas zonales, muchas veces, desnudan las carencias del rival y eso duele. O porque este tipo de esquema defensivo se relaciona con una propuesta sin riesgo o porque tiene menor valor, al costar menos tiempo y esfuerzo implantarla o porque es una herramienta táctica relacionada con la especulación del resultado.

No obstante, me parece adecuado que se sepa interpretar que es posible compatibilizar el entrenamiento diario exclusivo de la Defensa Individual, con el uso puntual y esporádico de la Zona, en un momento competitivo o crucial de la Temporada.

No seamos tan obtusos que actuemos con intransigencia con los demás y no tengamos el mínimo sentido de la autocrítica con nosotros mismos.

Vamos a ponernos en una situación ficticia e imposible. Imaginemos que la Defensa Individual está prohibida. Solamente se puede desarrollar a partir de Junior. Solo se puede defender en Zona, de las cerraditas, popularmente llamadas cochineras. El mundo al revés. No se preocupen, no me he vuelto loco, analicemos con mesura qué pasaría.

Esto provocaría que los jugadores y jugadoras no obtuvieran en su formación un nivel adecuado DEFENSIVO, pero, ¿qué pasaría en ATAQUE?

Creo que los entrenadores buscarían jugar en ventaja numérica lo máximo posible, para evitar atacar siempre contra un 5×5 donde están colapsados los espacios cerca de la canasta. Por tanto, se trabajaría más el Contraataque. Eso es bueno, ¿no?

Para que el Contraataque tenga mayor eficacia se intentarían minimizar los errores, rentabilizando cada intento de ataque rápido. Fundamentos como el Pase tendrían que tener una atención especial para evitar pérdidas de balón, administrando bien las posesiones. Además el Pase a diferentes distancias y formas cobraría más importancia que la enseñanza del Bote. No está mal, ¿no?

El Tiro a media y larga distancia se convertiría en un arma absolutamente indispensable, por tanto se tendría que mejorar el trabajo de este Fundamento. Se tendría que entrenar más y mejor. Esto es positivo, ¿no?

Para elaborar canastas en ataque estático ya no se dependería tanto del 1×1, sino que el ataque tendría que ser más elaborado. Ya no nos encontraríamos con Equipos de Base que uno o dos jugadores acaparan sustancialmente el balón. Habría más circulación y pases, más juego colectivo, “Baloncesto de Pases”. Para ello se tendría que intensificar el perfeccionamiento de toda la gama de Pases y además la enseñanza del Juego sin Balón sería totalmente fundamental. Esto estaría bien, ¿no?

Conclusión: los jugadores no se formarían bien en Defensa, pero con estas reflexiones dentro de una situación imaginaria, queda demostrado que son mejores pasadores/tiradores y se jugaría más en Equipo. Todo esto provocado por la obligatoria implantación de la maldita Defensa en Zona. Qué cosas!

Pero no se emocionen algunos y se estresen otros, esto no va a ocurrir, no se va a prohibir nunca la Defensa Individual, eso espero. Era una cuestión de intentar dulcificar un poco la tirria desmedida que se tiene a la Defensa en Zona e indirectamente y de forma subliminal, poner en exposición los déficits que yo veo en el Ataque de algunos equipos de Formación que observo en las diferentes competiciones de Base. En definitiva, mi humilde, extraño y sutil consejo es que se entrenen los aspectos ofensivos de nuestros equipos de Base, como si nos fueran a defender siempre en Zona. No solamente por las ventajas anteriormente expuestas, sino porque si se nos ponen en Zona evitaríamos un cuadro neurótico innecesario y sobre todo porque los jugadores/as, quizás, estarían mejor entrenados, efectuando, posiblemente, un mejor Baloncesto”.

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